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de Santiago Paredes, Hilario (H. Liborio Pedro, marista)

Màrtir
Lloc de naixement: 
Cisneros de Campos (Palencia)
Anys naixement-defunció: 
1912 to 1936

Nacimiento de Hilario

El día 13 de mayo de 1912, en el cristiano hogar de Ignacio y Josefa, nació Hilario en la villa de Cisneros de Campos, provincia de Palencia y, en aquel tiempo, diócesis de León.

A los pocos días -el 19-, recibió las aguas del bautismo en la iglesia parroquial de su pueblo, dedicada a los santos mártires Facundo y Primitivo. Fue confirmado el 17 de junio de 1907 por el obispo de León, en esa misma parroquia.

 

Su Villa

La villa de Cisneros está situada en alto, dominando una hermosa y fértil vega, regada por dos afluentes del río Sequillo. Nacieron en ella los padres cardenal Francisco Jiménez de Cisneros y algunos caballeros de la Orden de Calatrava. A principios del xx, tenía unos mil ochocientos habitantes. Las principales fuentes de su riqueza agrícola eran el vino, los cereales, las legumbres y las patatas, cultivos que se complementaban con la cría del ganado lanar, con cuya lana las gentes del pueblo fabricaban mantas e hilados.

 

Su infancia. Su familia

Desde niño, vivió Hilario el profundo ambiente religioso de su familia. Sus padres fueron buenos cristianos y honrados trabajadores, dedicados de lleno a la crianza y educación de sus hijos. Ignacio era viudo cuando se casó en segundas nupcias con Josefa y tenía ya una hija y un hijo -Francisca, de once años y Gregorio, de ocho-. De su matrimonio nacieron una niña y dos niños -Ludivina, Hilario y Feliciano Emilio-. La familia era pobre, pero en su hogar se respiraba una atmósfera de sencilla y sincera piedad. Cuando Hilario tenía poco más de cuatro años, murió su madre: su hermana Francisca tuvo que hacer sus veces en la casa. Por entonces, se distinguía de los demás niños por su piedad y por mostrar signos de vocación religiosa.

 

Su formación elemental y marista. Ingreso en el seminario marista de Carrión de los Condes

Aprendió los rudimentos del saber en la escuela de su pueblo. Un tío suyo sacerdote -D. Aurelio de Santiago- cultivó su espíritu, lo educó en la religión y en las buenas costumbres y lo orientó en su vocación. El 24 de septiembre de 1927 ingresó en el seminario marista -internacional y misionero- de Carrión de los Condes (Palencia); allí lo seguiría después su hermano Feliciano Emilio. Hilario tuvo que realizar un gran esfuerzo para convivir con otros jóvenes -de diferente mentalidad y de costumbres distintas, americanos en su mayoría- y para adaptarse al ritmo de los más estudiosos. El esfuerzo creció al trasladarse a Espira de l'Agly (Francia), para proseguir sus estudios y perfeccionar la lengua francesa.

 

Etapas de s formación. Servicio militar

El 5 de agosto de 1930 pasó al noviciado de Pontós (Girona) y vistió el hábito marista el 2 de agosto de 1931, recibiendo el nombre de H. Ligorio Pedro. El mismo día de 1932 hizo sus primeros votos anuales. No llegó a emitir la profesión perpetua: la entrega de su vida por el martirio fue su definitiva consagración a Dios.

En agosto de 1932, inició sus estudios pedagógicos en Pontós, pero tuvo que interrumpirlos al ser llamado a filas. El 2 de octubre de ese año se incorporó a Zaragoza para cumplir el servicio militar obligatorio. El ambiente del cuartel le resultó muy desagradable y la mili, larga y dura. Sólo le quedaban dos oasis en los que refrescarse espiritualmente cada día: la acogida de la comunidad marista y el gozo de cobijarse en el santuario de la Virgen del Pilar. En la milicia, contrajo una grave enfermedad -el «mal de Pott»- de consecuencias decisivas para él.

 

Continúa su formación religiosa

Licenciado del servicio militar en noviembre de 1934, volvió a Pontós y continuó sus estudios. En abril de 1935, mientras esperaba su embarque para Méjico, fue enviado al Liceo Mayáns de Valencia, para que hiciera prácticas de enseñanza.

 

Enfermedad y martirio

Pero su enfermedad se agravó hasta tal punto que, por consejo de los médicos, el 12 de mayo de 1936 fue enviado a la enfermería de Las Avellanas (Lleida). Allí lo sorprendió la guerra civil. El 3 de septiembre de 1936 -junto a los HH. Aquilino, Fabián y Félix Lorenzo- fue acribillado a balazos en el frontón del monasterio.

                                                                       

                                                                    Benigno GIL