Los mártires, aún hoy, nos hablan: Máximo Aranda Modrego (H. Justo Pastor)

Su sensibilidad era rica, pródiga y fina. Sensibilidad que había cultivado desde su inclinación y predisposición por la música en concepto de servicio. El la veía correspondida y satisfecha por la admiración y satisfacción del grupo.

Podéis leer su biografía.

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